PASTORAL DE LA SALUD


EL DESAFÍO DE LA SOLEDAD

Bakardadearen erronka

CARTA PASTORAL DE LOS OBISPOS DE LA PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE PAMPLONA Y TUDELA

La soledad no buscada ni querida es uno de los grandes desafíos de nuestra época. Entra en los hogares y en los corazones a través de la enfermedad, la injusticia, la discriminación, la vejez, la depresión, la indiferencia, el rechazo, la experiencia del abandono o el sentimiento de fracaso. Y, una vez dentro, es difícil desalojarla. Es como un huésped indeseado o una visita inoportuna.
En España, la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebra el 11 de febrero, es el punto de partida de la Campaña del Enfermo, que culmina el VI Domingo de Pascua, y que este año se ha concretado en el tema: "Acompañar en la soledad". (...)

Me llegará lentamente y me hallará distraído
probablemente dormido sobre un colchón de laureles.
Se instalará en el espejo, inevitable y serena
y empezará su faena por los primeros bosquejos.
Con unas hebras de plata me pintará los cabellos
y alguna línea en el cuello que tapará la corbata.
Aumentará mi codicia, mis mañas y mis antojos
y me dará un par de anteojos para sufrir las noticias.
La vejez... está a la vuelta de cualquier esquina,
allí, donde uno menos se imagina se nos presenta por primera vez.
La vejez... es la más dura de las dictaduras,
la grave ceremonia de clausura de lo que fue, la juventud alguna vez.
Con admirable destreza, como el mejor artesano
le irá quitando a mis manos toda su antigua firmeza
y asesorando al Galeno, me hará prohibir el cigarro
porque dirán que el catarro viene ganando terreno.
Me inventará un par de excusas para amenguar la impotencia,
´que vale más la experiencia que pretensiones ilusas´,
me llegará la bufanda, las zapatillas de paño
y el reuma que año tras año aumentará su demanda.
La vejez... es la antesala de lo inevitable,
el último camino transitable ante la duda... ¿qué vendrá después?
La vejez es todo el equipaje de una vida,
dispuesto ante la puerta de salida por la que no se puede ya volver
A lo mejor, más que viejo seré un anciano honorable,
tranquilo y lo más probable, gran decidor de consejos
o a lo peor, por celosa me apartará de la gente
y cortará lentamente mis pobres, últimas rosas.
La vejez está a la vuelta de cualquier esquina,
allí donde uno menos se imagina se nos presenta por primera vez.
La vejez... es la más dura de las dictaduras,
la grave ceremonia de clausurade lo que fue la juventud alguna vez.
Y la mejor arma para luchar contra lo imposible es el don de la alegría, esa fuente de cristal, frágil, aunque potente, que hace llamas de la oscuridad, ligero lo pesado y pone alas a lo inmóvil, como bien sabía la grácil mariposa de la poesía, Gloria Fuertes, quien del dolor sacaba flores como poemas y nos invita 
"A envejecer bien".
La vejez - Alberto Cortez